RR Ibéricos - Nuestra historia

Empresa 100% andaluza con producto 100% ibérico

Grupo de cerdos disfrutando en el campo

Nuestra historia

¡Hola! Mi nombre es Álvaro y vengo a contarte el principio de RR Ibéricos.

Todo empezó con nuestros abuelos. Tenían una pequeña finca la localidad de San Nicolás del puerto, en la Sierra Norte de Sevilla.

Por aquél entonces, todos los alimentos que elaborábamos eran para consumo propio o para los vecinos del pueblo.

Cada año, se realizaba la tradicional matanza del guarro, en la que participan familiares y amigos. De la matanza se sacaba, tanto carne fresca, como carne que se almacenaba para poder consumirla durante todo el año.

Al fin y al cabo, tanto los jamones como los embutidos, no son más que una manera de conservar la carne.

Recuerdo, de pequeño, subir al piso de arriba de la casa de mis abuelos y ver los jamones y las ristras de chorizos, salchichones colgando de los techos altos con vigas cruzadas para poder colgar los productos.

 

 

Fueron mis padres los que años más tarde, y gracias al dinero que pudieron ahorrar, se aventuraron a comprar una finca más amplia para poder iniciar el proceso de cría del cerdo a una escala mayor. 

Eso sí, siguiendo siempre los mismos métodos transmitidos de generación en generación.

Durante décadas, fueron ampliando el negocio, siempre criando cerdos ibéricos que más tarde se vendían a reconocidas empresas del sector. Es en estas empresas donde terminaba el proceso de elaboración de los embutidos y jamones para su venta posterior. 

Cada año, entre enero y febrero, los camiones se acercaban a la finca para  cargar los cerdos vivos. Yo preguntaba a mi padre, ¿y este de dónde viene? y él me decía, pues este de Salamanca o aquel de Huelva. Por aquel entonces poco significaba eso para mí, pero ahora sé que acababan en secaderos de Guijuelo, entre otros.

Los camiones siguen llegado hoy en día a la finca pero, junto a mis hermanos, hemos decidido dar el siguiente paso del proceso. Con la selección de los mejores cerdos ibéricos de bellota de nuestra producción, nos hemos adentrado en la aventura de ofrecer al cliente el mejor producto que tenemos. Controlándolo de principio a fin y asegurando una producción responsable y sostenible.

No podemos usar la casa de nuestros abuelos como secadero, por lo que llevamos nuestros cerdos a la Sierra de Aracena-Jabugo (Huelva), donde maestros jamoneros ofrecen su conocimiento e instalaciones para poder terminar el proceso de curado y ofrecer un producto con todas las garantías de calidad, certificación y trazabilidad.

 

Estamos orgullosos de nuestra herencia y de nuestra tierra.