Si hay algo sagrado en la gastronomía española, es el jamón ibérico. Un producto que no necesita florituras, que brilla por sí solo y que, para muchos, es un pecado tocarlo con fuego. Pero… ¿y si te dijéramos que algunos de los mejores chefs del mundo lo cocinan?
Sí, el jamón ibérico se puede cocinar, pero no de cualquier manera. No estamos hablando de meter una loncha en la sartén hasta que quede seca como un cartón. No. La clave está en usar las técnicas adecuadas para potenciar su sabor sin cargárselo.
En este post vamos a desmontar mitos, responder dudas y enseñarte cómo los grandes de la cocina han sabido integrar el jamón ibérico en recetas increíbles sin perder su esencia. ¿Listo/a para descubrirlo? 🔥🐖
¿Cómo se debe comer el jamón ibérico?
El jamón ibérico no es un ingrediente más, es una experiencia. Y como todo lo bueno en la vida, tiene su manera correcta de disfrutarse.
Para empezar, olvídate de sacarlo del frigorífico y comerlo al instante. El frío le apaga el sabor y lo endurece. Lo ideal es dejarlo a temperatura ambiente unos 20 minutos antes de comerlo. Así, la grasa se funde ligeramente y cada loncha se vuelve pura mantequilla en la boca.
¿El corte? Fundamental. Si tienes una pieza entera, lo suyo es cortarlo a cuchillo y en lonchas finas. Si no, en el mercado hay jamón ya loncheado de buena calidad, concretamente, nuestro jamón ibérico loncheado es ibérico de bellota, respetuoso con los animales y con el medioambiente y puedes pedirlo a casa directo desde aquí mismo.
Y aquí va un truco de experto: nada de montañas de jamón en el plato. Mejor extenderlo en una capa fina, para que cada loncha tenga su espacio y puedas disfrutarla bien.
¿Acompañamientos? Nada que le robe protagonismo. Un poco de pan de cristal, un buen aceite de oliva virgen extra o, si quieres algo más atrevido, unas virutas de chocolate negro. Sí, has leído bien. Pruébalo y luego hablamos. 😏
En resumen: temperatura ambiente, corte fino y sin distracciones. Así es como se debe comer el jamón ibérico si quieres disfrutarlo de verdad.
¿Necesitas cocinar jamón ibérico?
La gran pregunta: ¿el jamón ibérico necesita cocinarse? Si nos ponemos puristas, la respuesta es no. El jamón ibérico ya pasa por un proceso de curación que lo deja listo para comer sin necesidad de más. Pero… aquí viene el matiz.
No es lo mismo un buen plato de jamón ibérico recién cortado que unos taquitos usados en cocina. Hay cortes y calidades que pueden y deben cocinarse. No es lo mismo una loncha de bellota de 48 meses que se deshace en la boca, que unos recortes o una pieza con más curación que pueden aportar un sabor increíble a ciertos platos.
📌 ¿Cuándo tiene sentido cocinar jamón ibérico?
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Cuando se usa como potenciador de sabor en guisos, caldos o cremas.
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Cuando se busca una textura diferente, como en chips crujientes o croquetas.
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Cuando se aprovechan recortes o partes menos nobles, evitando desperdiciar producto.
📌 ¿Cuándo NO deberías cocinarlo?
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Cuando tienes una buena loncha de jamón ibérico de bellota… mejor disfrutarla tal cual.
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Si el calor va a secarlo demasiado o hacer que pierda su grasa infiltrada.
En resumen: no es obligatorio cocinar el jamón ibérico, pero si se hace con cabeza, puede ser un aliado brutal en la cocina.
¿Cómo se cocina el jamón ibérico sin perder su esencia?
Vale, ya sabemos que se puede cocinar, pero no de cualquier manera. Aquí no vale lo de tirar una loncha a la sartén y esperar lo mejor. Si queremos que el jamón ibérico brille en la cocina sin cargarnos su sabor y textura, hay que usar las técnicas adecuadas.
📌 Reglas básicas para cocinar jamón ibérico sin destrozarlo:
🥓 Claves para cocinar jamón ibérico sin perder su esencia
✅ Menos es más: el jamón ibérico ya tiene un sabor potente. No hace falta cargarlo con especias ni mil ingredientes. Déjalo ser el protagonista.
✅ Evita temperaturas extremas: si lo fríes a fuego fuerte, se seca y pierde esa grasa maravillosa que lo hace único. Mejor cocinarlo a baja temperatura o incorporarlo al final del plato.
✅ Piensa en la textura: si quieres usarlo crujiente, haz chips en el horno o deshidrátalo, pero sin pasarte. Si lo usas en guisos, agrégalo en los últimos minutos para que aporte sabor sin quedar gomoso.
📌 Ejemplos de cómo lo usan los mejores chefs:
👨🍳 Setas y yema de huevo de corral con pepitoria de Jamón Ibérico 🍄🥚🥓
- Un plato gourmet que combina la textura cremosa de la yema de huevo con setas salteadas y una pepitoria infusionada con jamón ibérico, logrando un equilibrio perfecto de umami y profundidad de sabor.
👨🍳 Buñuelo de sopa castellana con jamón ibérico 🍞🥓
- Una reinterpretación de la clásica sopa castellana en forma de buñuelo crujiente, con el jamón ibérico aportando notas ahumadas y realzando los matices tradicionales de este plato.
📖 Fuente: ASICI - Jornada Gastronómica con Mario Sandoval


🥓 La esencia del auténtico Jamón Ibérico
✔ Cría sostenible en dehesas, respetando el equilibrio natural.
✔ Proceso de curación mínima de 40 meses, realzando su sabor y textura.
✔ Alimentación a base de bellota y pastos naturales para una calidad suprema.
✔ Producción cuidada y tradicional, manteniendo la excelencia del producto.
Descubre más aquí💡 Estos ejemplos demuestran que el jamón ibérico, cuando se usa con inteligencia, puede ser el protagonista de recetas innovadoras sin perder su esencia. 🔥🐖
¿Cómo se prepara el jamón ibérico para cocinar?
Vale, ya sabemos que el jamón ibérico se puede cocinar, pero la clave está en cómo prepararlo antes de ponerlo al fuego. No es lo mismo usarlo en lonchas, en tacos o en crujiente, y cada formato tiene su truco para sacarle el máximo partido.
📌 Lonchas finas: el toque final perfecto
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Ideales para dar un extra de sabor a platos sin necesidad de cocción intensa.
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Se pueden colocar sobre una crema caliente o un huevo poché, dejando que se fundan ligeramente con el calor.
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En pastas y arroces, se añaden al final, evitando que pierdan su jugosidad.
📌 Tacos de jamón: sabor potente para caldos y guisos
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Si tienes recortes o tacos, úsalos como base de sabor en salsas, caldos y fondos.
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Un truco: no los sofrías demasiado al principio, porque pueden volverse duros. Mejor añadirlos cuando el guiso ya está avanzando.
- Perfectos para lentejas, guisos de carne o incluso una buena salsa para pasta.
📌 Chips de jamón: crujiente sin perder esencia
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Para hacer chips, coloca las lonchas sobre papel de horno y hornea a 150°C durante 10-15 minutos hasta que queden crujientes.
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También puedes hacerlos en el microondas: 30-40 segundos entre dos papeles absorbentes y ¡listo!
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Ideales para decorar platos o dar un toque de textura a ensaladas, cremas y huevos revueltos.
📌 Infusión de jamón: el sabor sin la grasa
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Si quieres capturar el sabor del jamón sin añadir trozos, prueba una infusión.
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Calienta nata o caldo a fuego bajo y deja reposar los trozos de jamón dentro durante unos minutos. Luego, cuela y usa ese líquido en salsas o purés.
La clave siempre es aprovechar su sabor sin destruir su esencia. Cada corte y técnica tiene su momento, y si lo haces bien, el jamón ibérico puede convertirse en el ingrediente estrella sin perder lo que lo hace único.
¿Por qué el jamón ibérico se come crudo?
Si el jamón ibérico se encuentra en casi todas las cocinas de alta gastronomía, pero siempre se ha dicho que se come crudo, es por una razón muy simple: no es carne fresca, sino un producto ya curado.
Durante su largo proceso de curación (que puede durar entre 24 y 48 meses en el caso del jamón ibérico de bellota), la carne pierde agua de forma natural y se concentra en sabor. Además, la grasa se infiltra en la carne, dándole esa textura única que hace que se funda en la boca sin necesidad de cocinarlo.
📌 Entonces, ¿por qué no hace falta cocinarlo?
✅ Ya ha pasado por un proceso de transformación gracias a la salazón y la maduración.
✅ Cocinarlo en exceso puede hacer que se seque y pierda jugosidad.
✅ El calor puede alterar la estructura de su grasa, eliminando esa sensación untuosa que lo hace único.
Dicho esto, lo que no significa es que no puedas jugar con él en la cocina. Los grandes chefs lo han demostrado: bien usado, se puede cocinar sin perder su esencia.
Conclusión
Después de todo lo que hemos visto, queda claro que el jamón ibérico es más versátil de lo que parece. Aunque se disfruta mejor en su estado puro, con un buen corte y a la temperatura adecuada, sí se puede cocinar, siempre y cuando se respete su sabor y textura.
Si lo usas en lonchas finas, agrégalo al final para que el calor lo funda sin secarlo. Si lo usas en tacos o recortes, aprovéchalo para dar sabor a caldos y guisos. Si lo quieres crujiente, haz chips de jamón en el horno o el microondas.
Así que la próxima vez que alguien te diga que cocinar el jamón ibérico es un pecado, ya tienes la respuesta: se puede, pero hay que hacerlo con respeto y técnica. 😏🔥
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