embutido y embarazo

Embutido y embarazo: Preguntas y respuestas

por Eva Robledo en Sep 27, 2022

¿Se puede comer embutido en el embarazo?

Como es lógico, la alimentación es algo que preocupa enormemente a las mujeres en estado de gestación.

La repercusión de lo que una mujer embarazada ingiere tiene acción directa en el bebé y, por lo tanto, debe mirarse con lupa lo que puede y no puede comer.

En cualquier caso, para tomar decisiones sobre la dieta a seguir, la opinión que prima siempre será la de su médico que, tras hacer los reconocimientos pertinentes, podrá pautar con buen criterio qué alimentos pueden ser consumidos y cuáles no. 

El embutido es uno de los alimentos con fama de ser apartado durante el embarazo, pero no en todas las mujeres conlleva riesgo.


Qué embarazadas NO pueden comer embutido

Como decíamos antes, cualquier decisión a este respecto debe pasar por las recomendaciones del médico. Si bien, generalmente, la prohibición o no de comer embutido durante el embarazo va a depender de la prueba de la toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una enfermedad que se produce a causa de un parásito llamado toxoplasma. En mujeres adultas sanas, puede adquirirse sin tener ningún tipo de consecuencia en su organismo pero, durante el embarazo, puede tener consecuencias graves tanto en la madre como en el bebé.

El parásito toxoplasma se transmite a los seres humanos mediante la ingesta de alimentos contaminados (generalmente verduras insuficientemente limpias), heces de gato y/o carnes crudas o mal cocinadas. Por esto último no se recomienda el consumo de embutidos si existe riesgo de contagio de toxoplasmosis.

Lo “bueno” de la toxoplasmosis es que solo puede adquirirse una vez y, si en las pruebas médicas correspondientes, una mujer gestante da positivo en contagio previo de esta enfermedad, no existirá riesgo en el consumo de embutidos.


Cómo comer embutido en el embarazo

Las mujeres embarazadas a las que no se les haya contraindicado el consumo de embutidos, podrán tomarlos sin ningún problema siempre y cuando hayan estado congelados, al menos, durante 24 horas o con una curación que sea superior a un año y medio como en el caso del jamón ibérico de bellota

Como vemos, las posibilidades son enormes, si se atiende a estas recomendaciones. Podrás seguir disfrutando del mejor embutido durante el embarazo sin ningún tipo de problema si eliges calidad y tratas el producto de forma adecuada. 

Tipos de embutidos buenos y malos durante embarazo

Los mejores embutidos para consumir durante el embarazo serán aquellos que hayan sido sometidos a cocción o garanticen una curación superior a los 30 meses. De esta forma, tendríamos como principales embutidos buenos durante el embarazo los siguientes:

Nuestra paleta de bellota ibérica ha sido curada durante, al menos, 32 meses en nuestros secaderos de la Sierra Arcena-Jabugo. Esto implica que existe un riesgo cero de contagio de toxoplasma para la embarazada y su bebé, que podrán disfrutar de la mejor paleta ibérica sin ningún tipo de problema como antes del embarazo y como seguirá haciendo después. 

Si la paleta ibérica garantiza 32 meses de curación, nuestro Gran Reserva ha sido secado y curado durante, al menos, 40 meses. Es, por lo tanto, tan o más seguro su consumo para la gestante y el bebé, además de ser una magnífica fuente de ácido fólico, absolutamente imprescindible durante el embarazo. Incluso la grasa del jamón se conoce como a lo que coloquialmente denominamos "grasa buena."

  • Embutidos cocidos

Aquellos embutidos que hayan sido previamente cocidos como el jamón de york o la mortadela son aptos para embarazadas desde el puto de vista de posibles contagios. Si bien, es importante que los embutidos que se consuman sean de la mejor calidad posible. Por eso, si te decantas por algún embutido cocido, procura que su procedencia sea segura y que se trate de carne de calidad.

 

Embarazo y embutido ibérico congelado

Te habrás dado cuenta de que en el punto anterior no hemos nombrado ni salchichones, ni lomos ni chorizos. Esto es porque no se recomienda su consumo “al natural”. 

Pero como comentábamos arriba, no tienes por qué renunciar al maravilloso sabor y su gran valor nutricional aunque estés embarazada. Simplemente debes seguir las pautas de congelación que se recomiendan para cada uno.

Es importante recalcar que todos los embutidos embasados al vacío pueden ser congelados.

 

La congelación en producto al vacío puede hacer probablemente que este se pierda, pero se entiende que se descongela para consumo y no debería de importar. 

Si vas a comer pocas cantidades, congélalo por partes y descongela solo las cantidades que vayas a consumir.

Todos los productos pierden algo al ser congelados, pero cuanto menos tocino tiene la pieza mejor resultado.

Este hecho se debe a que la diferencia no la marca el sabor, si el producto es descongelado y atemperado fuera de su envase correctamente es casi idéntico.

Sin embargo, la congelación sí que rompe la estructura interna de cualquier producto. Por eso, cuanto más fuerte es esta estructura (más magro) menos pierde.

Es algo parecido al motivo por el que la patata cocida no se puede congelar o se deshace, y sin embargo las legumbres en cambio lo aceptan bien. 

Proceso de embutidos ibéricos congelados

Se pueden congelar al vacío casi sin diferencia en el resultado.

Así, Caña de lomo y Lomito se pueden congelar al vacío casi sin diferencia en el resultado. Y salchichón, chorizo y morcón sufren cambios en la textura, pero no en el sabor. 

Cuando hablamos de cómo conservar el salchichón ibérico os dábamos las claves para su correcta congelación. En ese artículo abordamos preguntas frecuentes que se producen al congelar un salchichón como si éste pierde sabor o textura después de este proceso. La respuesta es que puede sufrir cambios en la textura, pero no en el sabor. Algo que hará especialmente felices a las embarazadas que quieran disfrutar del salchichón ibérico pero deban congelarlo para consumirlo. 

De la misma manera que el salchichón, el chorizo ibérico es perfecto para congelarse sin que afecte en absoluto a su sabor ni a sus propiedades nutricionales, solamente en la textura podemos advertir un cambio.

Este embutido será ideal para tentempiés si estás embarazada, no tienes por qué renunciar a él durante los 9 meses de gestación. 

 

Es seguro comer embutido congelado durante el embarazo

Sí, lo es. El principal riesgo que existe al comer embutido crudo durante el embarazo es la adquisición de toxoplasmosis. Cuando congelamos el producto, el parásito queda automáticamente eliminado ya que es incapaz de sobrevivir a las temperaturas extremas de la congelación. 

Dicho esto, existen muchas otras prevenciones que puedes tomar contra el toxoplasma y que nada tienen que ver con el consumo de embutidos que, como decimos, es totalmente seguro después de su congelación.

  • Procura no tocar demasiado a los gatos durante el embarazo.
  • Ten especial cuidado con las heces de los gatos, no las toques directamente e intenta que sea otra persona quien las limpie.
  • Limpia y cocina bien los alimentos antes de consumirlo, ya que el parásito que provoca la toxoplasmosis no es capaz de sobrevivir a temperaturas superiores a los 72º.
  • Las frutas y verduras también deben lavarse a conciencia como medida de precaución.

Cuándo dejar de comer embutido en el embarazo

Dejaremos de consumir embutido durante el embarazo, en primer lugar, si así nos lo indica el médico que esté realizando nuestro seguimiento

  1. En el caso de que exista riesgo de adquisición de toxoplasmosis o listeriosis, será el profesional médico quien nos indique la prohibición de estos grupos de alimentos. 
  2. En el caso de que el embarazo tenga riesgo de sobrepeso, es posible que el especialista nos recomiende reducir el consumo de embutido y otros alimentos similares. No necesariamente se retirarán de la dieta ya que su aporte nutricional es muy favorable durante la gestación, pero es posible que nos indiquen qué tipos deben consumirse y de qué manera hacerlo.
  3. En caso de digestiones muy pesadas o reflujo, puede que se recomiende posponer el consumo de embutidos hasta el tercer trimestre para mejorar las molestias que se producen, especialmente, en la primera parte del embarazo.

Como decimos, prácticamente cualquier medida relacionada con la alimentación durante el embarazo va a depender exclusivamente de las indicaciones previas de nuestro médico. En el caso de que no haya una prohibición explícita, apuesta por productos de calidad y disfruta sin miedo de tus embutidos favoritos.

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