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Todo sobre la grasa del jamón ibérico de bellota

por Eva Robledo en Oct 11, 2022
El jamón ibérico de bellota es a la gastronomía española lo que marcas como Chanel o Versace a la moda:  un referente imprescindible.  Cada centímetro de este delicado producto tiene sus propias características gustativas y, por lo tanto, su aplicación en la gastronomía. La carne, la grasa y los huesos de jamón ibérico tienen sus propias y diferentes aplicaciones en la cocina y cada uno de ellos debe ser tratado respetando su singularidad. En este artículo veremos cómo la grasa del jamón ibérico tiene un peso específico y de qué manera podemos aprovecharla al máximo. ¿Es buena la grasa del jamón ibérico de bellota? La respuesta corta es “obviamente, sí”. En cuanto a la respuesta larga, empezaremos diciendo que no solo no es mala en absoluto, sino que se trata de un tipo de grasa muy saludable ya que el 70% de su composición es insaturada.      Las grasas insaturadas son aquellas que aportan ácidos Omega 3 y oleico y que se encuentran de forma natural en gran cantidad de frutos secos, en el aceite de oliva virgen extra o en el pescado azul. Es, por lo tanto, lo que coloquialmente se conoce como “grasa buena”. Las grasas son una parte fundamental de la dieta de una persona sana. Incluir grasas insaturadas en nuestro día a día nos ayuda a mantener a raya el colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares. El uso de la grasa del jamón ibérico aporta múltiples beneficios a nuestra salud ya que, a mayores, contribuye a que procesemos mejor otro tipo de componentes nutricionales básicos como el hierro o el potasio. Propiedades de la grasa del jamón ibérico de bellota Los estudios demuestran que comer alimentos ricos en grasas insaturadas como el jamón ibérico en lugar de grasas saturadas mejora los niveles de colesterol en la sangre, lo que puede disminuir el riesgo de ataque cardíaco y de accidente cerebrovascular. Está comprobado que un tipo en particular, el ácido graso Omega-3, refuerza la salud del corazón al mejorar los niveles de colesterol, reducir los coágulos de sangre, reducir los latidos cardíacos y disminuir levemente la presión arterial. Colesterol de la grasa del jamón ibérico En la composición de la grasa del jamón destaca el ácido oleico que, además de ayudar a disminuir gran cantidad de patologías, reduce considerablemente el colesterol perjudicial.  Colesterol bueno y colesterol malo El colesterol HDL y el colesterol LDL son dos tipos de lipoproteínas, una combinación de grasas (lípidos) y proteínas. Los lípidos necesitan unirse a las proteínas para poder moverse en la sangre. El HDL y el LDL tienen funciones diferentes: El HDL es el colesterol de lipoproteínas de alta densidad, también conocido como “colesterol bueno” y cumple la función de eliminar otras formas de colesterol perjudicial de nuestro organismo a través del hígado. Su cometido es derivar el colesterol tóxico para nosotros al sistema de filtrado de nuestro hígado, por eso es tan importante contar con altos porcentajes de HDL en nuestro cuerpo. El LDL es el colesterol de lipoproteínas de baja densidad. Se le llama colesterol "malo" porque un nivel alto de LDL lleva a una acumulación de colesterol en las arterias que puede provocar serios problemas relacionados con cardiopatías y sobrepeso. Hablamos profundamente de este tema en nuestro artículo sobre jamón y colesterol. Cuando el jamón ibérico tiene mucha grasa ¿qué quiere decir? La información que estamos acostumbrados a recibir sobre la grasa, en muchas ocasiones es sesgada y, en otras, directamente falsa. La industria de los alimentos “light” ha creado un discurso mediante el cual se demonizan todo tipo de grasas, llevando a error a los consumidores, que hemos interiorizado de forma negativa el contenido en grasa de los alimentos. Como hemos visto, hay distintos tipos de grasas, y la que contiene el jamón ibérico de bellota es fundamental para el correcto desarrollo de nuestro organismo. Cuando un jamón ibérico de bellota tiene un alto porcentaje de grasa infiltrada, nos está indicando que los animales han tenido unas condiciones ideales de vida. La grasa infiltrada del jamón ibérico es sinónimo de un producto de alta calidad y, por lo tanto, es deseable que nuestro ibérico presente un alto porcentaje de la misma. ¿Qué hacer con la grasa del jamón ibérico? Algunas ideas Cuando empezamos una pata de jamón ibérico, la única grasa que debemos retirar es la amarilla , que se encuentra en la parte de la corteza que recubre la pata. La grasa blanca, sin embargo, nos proporciona innumerables aplicaciones gastronómicas como veremos a continuación: 1. Tosta ibérica, la joya de la corona El tocino ibérico está en el top 3 de los ingredientes de las tapas de diseño. Las finas láminas de este producto, que se funden con el calor del pan, se utilizan en todo tipo de tapas, especialmente en aquellas que pertenecen a la nueva generación de la alta gastronomía. Funciona especialmente bien con el pan de cristal y es capaz de hacer que un bocado “sencillo” con buen tomate restregado y sal se convierta en una experiencia gustativa del más alto nivel. 2. Hongos salteados con grasa de jamón Es absolutamente imposible que la combinación de jamón ibérico y hongos falle. Estamos convencidos de que, aún queriendo estropear un plato con estos ingredientes, resultaría difícil hacerlo.  Aprovechando que estamos en plena temporada de boletus, una maravillosa forma de consumirlos es en finas láminas a la plancha coronadas con una lámina de tocino de jamón ibérico de bellota. 3. Potajes más sabrosos Un uso súper tradicional de la grasa del jamón ibérico es para conseguir el sabor y la consistencia de los potajes caseros. La grasa del jamón ayuda a ligar las legumbres y verduras hasta conseguir ese espesor de los platos de cuchara de antes que a todos nos emociona encontrar cuando pedimos una buena fabada o unas lentejas estofadas.  ¿Cocinar en grasa de jamón ibérico? ¡Por supuesto! Otro de los usos de la grasa del jamón es como sustituto de aceites o mantequillas en la cocina. Potencia muchísimo el sabor de cualquier plato y, además, tienes la seguridad de estar utilizando grasas saludables de primera calidad. Salteados con sabor ibérico Verduras como las judías, las coles de bruselas o los guisantes, parecen haber sido puestas en la tierra para acompañar al jamón ibérico. Si pruebas a saltearlas en grasa de jamón, el aroma, el sabor e incluso la textura de estos vegetales se verá potenciada como nunca.  Asar en grasa de jamón Otro de los usos de la grasa de jamón es en el horno. Boniato, patatas o cualquier verdura que quieras hacer al estilo panadera, ganarán en matices olfativos y gustativos si las asamos sobre láminas de grasa ibérica. Además, la grasa de jamón ibérico no se quema en el horno, por lo que evitarás ese puto agrio que se produce en los asados cuando se nos pasan unos minutos del tiempo de cocción. Combinaciones de grasa de jamón ibérico que desconocías y que funcionan genial: Con pescado azul como trucha, caballa o sardina Con especias como el tomillo, el romero o el orégano Con quesos como el parmesano o el gouda Con vinos dulces como el moscatel o el jerez Nuestros tesoros
Diferencias entre el lomo y el lomito de cerdo ibérico

Diferencias entre el lomo y el lomito de cerdo ibérico

por Eva Robledo en Aug 09, 2022
Cuando se trata de embutidos de alta calidad, cualquier matiz es importante. En este caso, el diminutivo influye en más de lo que podemos pensar, marcando la diferencia en aspectos que te desgranaremos a continuación. Así que si tu pregunta es si el lomo y el lomito de cerdo son lo mismo, la respuesta es no, no lo son. Veamos en qué se diferencian. Diferencias entre lomo y lomito iberico Qué es el lomo ibérico de bellota El lomo es una carne extremadamente magra que proviene de la zona que se encuentra entre el espinazo y las costillas del cerdo. Es una de las partes más sanas y con menos grasa del animal.  El lomo de bellota ibérico se adoba y se embucha en la tripa natural del cerdo sin nada de grasa a su alrededor, dando como resultado la caña de lomo ibérico que todos conocemos.  El lomo de bellota ibérico es uno de los embutidos más demandados y apreciados en todo el mundo, por su delicado sabor y su extraordinaria textura, resultado de una alimentación extremadamente cuidada del animal y una vida activa y feliz. Qué es el lomito ibérico de bellota También conocido como cabecero de lomo ibérico o presa ibérica, el lomito de cerdo ibérico es un producto que se extrae de una parte todavía más selecta (y escasa) del cerdo que el ya de por sí exquisito lomo ibérico. Es, por decirlo de alguna manera, una delicatesen dentro de un producto gourmet.  El proceso de elaboración es similar al del lomo ibérico, pero el tipo de carne magra que utilizamos es distinto. En el caso del lomito de cerdo ibérico utilizamos el corte llamado presa o lagarto, que se encuentra junto a la paleta. Forma parte de lo que se conoce como cabecero del lomo y cada animal produce únicamente dos piezas de, aproximadamente, 500 gr cada una. Diferencias entre el lomo y el lomito ibérico Como hemos visto, una de las principales diferencias entre el lomo y el lomito de cerdo ibérico, es la zona de la que procede su carne. ¡Pero no es la única! De hecho y, como decíamos al principio de este artículo, la mayor distinción entre ambos radica en los matices. En este caso, matices en las texturas, valor nutricional y, por supuesto,  el paladar. El lomito de cerdo ibérico es una carne, por lo general, más jugosa que la del lomo ibérico.  En los lomos y lomitos de cerdo ibérico la infiltración de grasa se presenta como un veteado.  Debido a que el lomito lleva más pimentón, se oscurece y se aprecia menos a la vista que en el lomo el veteado. Por esta razón, el sabor del lomito es más robusto. Maridajes del lomo y el lomito ibérico Los maridajes de ambos también difieren. El lomo de cerdo ibérico funciona excepcionalmente bien con uvas más dulces como el albariño, tempranillo o garnacha. El contraste de los vinos afrutados es el contrapunto perfecto para este embutido de extraordinario sabor. En el caso del lomito de cerdo ibérico, al ser su sabor más robusto los vinos como el rioja o el txacolí ayudan a realzar la sutileza del veteado, consiguiendo potenciar su delicada textura y todos los matices de su carne.   ¿Cuál es el mejor lomo ibérico de bellota? El mejor lomo ibérico de bellota es aquel que proviene de animales 100% criados en dehesa y alimentados de forma sostenible y natural.  A esos efectos, criaderos como los de RR ibéricos, garantizan que el origen del producto final, cumple exhaustivamente con todas las características que la denominación exige. Si estás pensando en hacerte con el mejor lomo ibérico de bellota, esta son las características que debe tener.   Características del lomo y el lomito Curación De 4 meses A la vista Color rojizo y anarajado intensos, fruto del uso de pimentón natural  Al olfato Ligeros toques a bellota e incluso a madera, siempre sutiles Textura Suave pero con mordida  Sabor Un buen lomo ibérico de bellota llenará todo el paladar del catador, percibiendo este la intensidad del umami y cierto retrogusto dulzón.    Conoce nuestra caña de lomo ibérica 100% de bellota

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